Lo último en reciclaje creativo no se parece en nada a llenar tarros con garbanzos. La tendencia va un paso más allá: cortar el vidrio y transformarlo en vasos personalizados, pintados y listos para presumir en cualquier mesa. Sí, también da un poco de vértigo al principio. Pero funciona.
Con la ayuda de una vela, una pequeña cizalla cortavidrio y un bol de agua con hielo, lo que era un simple tarro de conservas se convierte en una pieza decorativa con valor añadido. Y lo mejor, sin maquinaria ni cortes peligrosos. Solo calor, contraste térmico y algo de paciencia.
Un corte limpio
La usuaria de TikTok @clotatips ha mostrado el proceso en uno de sus vídeos más destacados, donde enseña paso a paso cómo marcar el borde, calentarlo y sumergirlo para conseguir un corte limpio. Un truco tan sencillo como efectivo que demuestra que no hay excusa para no reutilizar con estilo.
Se trata de un proyecto creativo y funcional para transformar tarros de vidrio (o incluso botellas) en vasos únicos, con estilo y totalmente personalizados.
El proceso puede parecer sacado de un laboratorio casero, pero en realidad es sencillo si sigues los pasos con cuidado. Eso sí, no uses cualquier cuchillo: aquí la protagonista es la lija y la vela, no el martillo. Este DIY requiere un poco de técnica, algo de paciencia y un par de buenos guantes, pero el resultado vale la pena.
Además, es una forma sostenible de reducir residuos y aportar a tu cocina una estética artesanal con personalidad. En realidad es poco todo lo que necesitas para empezar.
Materiales que vas a necesitar
- Tarros de cristal (o botellas vacías de vidrio)
- Cúter o cizalla cortavidrio (a la venta en Amazon)
- Una vela (puede ser tipo té)
- Recipiente con agua muy fría (mejor con hielo)
- Lija al agua de grano fino
- Pintura en spray o pintura acrílica para decorar el vidrio
- Guantes de protección (opcional, pero recomendable)
Paso a paso
- Marcar el corte: Con ayuda de la cizalle, marca cuidadosamente el contorno del tarro por donde deseas cortarlo (te será útil haberlo hecho antes con un rotulador). Debes aplicar presión constante sin partir el vidrio.
- Aplicar calor: Enciende la vela y gira el tarro lentamente sobre la llama durante unos minutos, siguiendo la línea que marcaste. Esto debilita el vidrio en esa zona.
- Choque térmico: Sumerge el tarro en agua con hielo justo después de calentarlo. El contraste de temperaturas hará que el vidrio se quiebre justo por la línea marcada. Si no se rompe del todo, repite el paso calor-frío.
- Pulir el filo: Usa una lija al agua para suavizar los bordes y eliminar cualquier impureza o astilla. Hazlo bajo el grifo o en un recipiente con agua para mayor seguridad.
- Personaliza: Una vez seco, puedes decorar tu nuevo vaso con pintura en spray o acrílica. Esténciles, frases o motivos florales le darán un toque más personal.
Cómo usar tus nuevos vasos
El resultado es un vaso resistente, original y perfecto para añadir carácter a tu mesa. Puedes usarlos como vasos de agua, recipientes para velas, lapiceros o incluso macetas para cactus pequeños. Si haces varios, puedes combinarlos y regalarlos como set DIY para alguien especial.
Además, con botellas puedes conseguir vasos más altos o con formas curiosas. Y si te atreves con pintura mate o metálica, puedes convertirlos en elementos decorativos minimalistas que no tienen nada que envidiar a los de tienda.
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En definitiva, con un par de tarros olvidados y unos cuantos materiales, puedes crear auténticas piezas funcionales con alma propia. Basta con animarse a probar.
Foto | Guillaume Pierre LEROY
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