Hoy os traemos un antes y después de esos que demuestran cómo un pequeño patio puede convertirse en un oasis lleno de encanto y personalidad. Como podéis imaginar, viendo la foto sobre estas líneas, el primer paso fue eliminar la grava sucia y levantar las baldosas viejas, lo que dejó al descubierto losas originales y un pavimento de bloques que llevaban años ocultos.
Una limpieza a fondo con una hidrolimpiadora reveló la belleza del suelo original, mejoró el drenaje y también permitirá facilitar el mantenimiento del espacio cuando llegue el invierno.
Una renovación simple pero muy resultona
Hay que reconocer que aunque parece simple, el proceso no estuvo exento de desafíos. La limpieza a presión dejó la fachada cubierta de barro, pero a pesar del caos inicial, el resultado mereció la pena: un suelo limpio, funcional y mucho más estético, que ahora respira y hace mucho más armonioso el espacio.
Con la incorporación de nuevas plantas, el patio ganó vida y mejoró la conexión con la naturaleza, los detalles florales siempre aportan color y calidez. Las antiguas losas se reutilizaron ingeniosamente sobre ladrillos y troncos como bases para macetas, aportando un toque rústico y sostenible que encaja a la perfección con el entorno.
La decoración se completó con luces solares colgantes y faroles independientes, así la iluminación invita a disfrutar del patio también por la noche creando un ambiente lleno de magia.
Un toque simpático lo pone una tortuga decorativa, al fondo, que añade carácter y un aire de jardín secreto al conjunto. Como veis, con muy pocos cambios podemos transformar un patio abandonado en un rincón de lo más acogedor ideal para disfrutar tanto de día como de noche.
Más información | fixingup.no28 en Instagram
En Decoesfera | La transformación exprés y económica de este balcón con muebles de Ikea: sirve para pisos de alquiler
En Decoesfera | Era Este porche era una ruina, pero gracias a esta reforma se ha convertido en el lugar favorito de toda la casa
Ver 0 comentarios